El picaje, también llamado picoteo de las plumas, hace referencia a una patología de las aves caracterizada por el arrancamiento de las plumas por el propio animal. La automutilación, en cambio, consiste en la eliminación de alguna parte de la anatomía del ave, como consecuencia de que el paciente se pica a sí mismo.

Aunque las consecuencias principalmente son estéticas, muchas veces pueden llegar a producirse importantes lesiones, hemorragias, etc. que conducen a su muerte.
Un aspecto importante de esta patología hace referencia al picaje agresivo entre individuos, bastante común en amazonas, cacatúas y canarios. En los canarios se describe el canibalismo de padres a pollos y entre pollos de aproximadamente un mes de edad, así como la automutilación de parte de sus patas tras problemas pruriginosos o bien por una alteración del comportamiento. En cacatúas el macho, como componente de las parejas de cría, puede atacar y matar a la hembra durante la estación reproductora.

¿Por qué se produce?
Aunque ya hemos ido indicando alguno de los factores que provocan la aparición de estas patologías, realizaremos una pequeña recopilación de las posibles causas:

PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO O INDUCIDOS POR LAS CONDICIONES AMBIENTALES
El picaje en psitácidas, que son muy sociables, puede ser resultado de celos, aburrimiento, frustración y otras emociones.
En otros casos, el problema puede comenzar como resultado de una alteración del comportamiento normal del ave y mantenerse posteriormente como un vicio o neurosis.
El alojamiento de aves en jaulas pequeñas puede ser causa de rotura de cañones o de heridas donde posteriormente se produce el picaje. Del mismo modo, el hacinamiento puede conducir a la misma respuesta. Por otra parte, parecen favorecer este comportamiento los ambientes secos, especialmente en especies de amazonas.
En muchos de los casos la causa inicial del picaje puede ser cualquiera de las etiologías que veremos posteriormente, si bien se puede mantener por una alteración del comportamiento finalizando, como ya hemos visto anteriormente, en un vicio o neurosis.

FRUSTRACIÓN SEXUAL Y REPRODUCTORA
En la época de reproducción y cría, un comportamiento de acicalamiento excesivo, una manifestación exagerada del cortejo, la preparación del nido con plumas corporales o el arrancamiento de plumas abdominales previa a la incubación pueden favorecer extraordinariamente la aparición de conductas que evolucionan hacia comportamientos patológicos o neurosis.

ENFERMEDADES PRIMARIAS DE LA PIEL
El picaje y la automutilación pueden surgir como una manifestación secundaria a un problema inicial, como una foliculitis bacteriana o micótica; no obstante, estas dermatopatías no suelen ser muy frecuentes en aves que permanecen enjauladas.
Asimismo y en contra de la opinión de muchos propietarios de aves, los parásitos externos, como Knemidocoptes spp., que causan cambios físicos en picos y patas, y el piojo o piojillo de las plumas, rara vez son causa de picaje.

PROBLEMAS NUTRICIONALES
La desnutrición cualitativa y/o cuantitativa puede producir pica manifestada por mutilación de las plumas. En aves, dietas pobres o carentes en vitamina A origina una hipovitaminosis que reduce la absorción intestinal de nutrientes.

ENFERMEDADES INTERNAS
Muchas enfermedades sistémicas pueden dar lugar a que las aves se picoteen. Destacan entre ellas las hepatopatías, aerosaculitis y parasitosis intestinales.
Así, por ejemplo, se ha descrito un caso en el cual un amazonas de 20 años de edad, tras la extirpación de un cistoadenoma renal, cesó el picaje que mantenía tras tres años de historial clínico.
La giardiasis intestinal, que se ha relacionado con picoteo de las plumas en ninfas, parece provocar un síndrome de malabsorción de vitaminas liposolubles, proteínas y ácidos grasos esenciales, lo que origina plumas deterioradas y aceitosas, muda anormal y prurito. También las lombrices intestinales y las tenias están asociadas con problemas de picaje.
La candidiasis intestinal de ordinario se relaciona con picaje. Las microfilarias, cuando se localizan en los sacos aéreos de cacatúas, pueden causar prurito y pérdida de plumas.

PROBLEMAS ALÉRGICOS
La existencia de problemas alérgicos en aves es difícil de probar. No se sabe realmente si las aves desarrollan reacciones de hipersensibilidad similares a los mamíferos. Sin embargo, se han observado lesiones histológicas que sugieren reacciones alérgicas.
En algunos casos el picaje se ha atribuido a alergia alimentaria a las semillas, y en particular a las de girasol.

Incidencia
Afecta con más frecuencia a aves solitarias que a las alojadas en aviarios. Se presenta a cualquier edad, si bien, para algunos autores, es más común en aves jóvenes.
El picaje es típico de especies grandes y medianas de psitácidas. Yaco, amazonas, guacamayo y ninfa son especies predispuestas al picaje psicógeno.
En periquitos es menos frecuente y suele presentarse junto a infestaciones por Giardia spp. En miná y cacatúa cabecirroja la pérdida de plumas parece más relacionada con una nutrición deficiente que con factores psicógenos.
En aves no psitácidas, como los canarios, presentan el problema de picaje en la época de reproducción. La automutilación suele observarse en canarios aislados con dermatopatías subyacentes.

Diagnóstico y tratamiento
El picaje y la automutilación es un trastorno médico y debe ser diagnosticado y resuelto por su veterinario. Dado que son múltiples las causas que pueden provocar esta patología en las aves, no existe tratamiento específico eficaz. La terapia se realiza de forma individual, específica para cada paciente, teniendo en cuenta la necesidad de un plazo amplio hasta comprobar los resultados, y que éstos no siempre van a ser positivos. El veterinario adaptará las medidas terapéuticas descritas a cada caso particular.
Ante problemas ambientales resulta necesario corregir las prácticas de manejo:

1. Mejorar las condiciones de las jaulas de forma que les permitan aletear sin traumas.
2. Mover las jaulas al centro de actividad de la familia. Esta práctica tendría como finalidad el intentar corregir los problemas de aburrimiento. En este sentido también podemos encender la radio o la televisión cuando se deje al ave sola.
3. Proporcionar dispositivos y alimentos que impliquen juego. Entre ellos tenemos huesos de pollo, mazorcas de maíz, espejos, trozos de fruta generalmente dura para estimular el juego, etc.
4. Asegurarse que el ave duerme de 8-12 horas por la noche. Se han descrito chillidos y arrancamiento de las plumas durante la noche cuando el ave está sola.
5. Suministrar al ave la posibilidad de baños de agua o arena, o bien duchar todos los días al paciente a fin de que se acicale el plumaje y no se lo picotee.
6. Algunas aves, particularmente las ninfas y los conuros, pueden beneficiarse con la presencia de un compañero de jaula.
7. Intentar intimidar al ave cuando se pique. Para ello podemos utilizar una jeringa o una pistola de juguete lanzando agua sobre el ave en el momento en que comienze a picarse. También podemos dar palmadas para disuadir al animal en el momento en que se intente autolesionar.
Otra forma de castigar al animal consistiría en la introducción del ave en habitaciones oscuras o bien tapar la jaula con una tela. Inicialmente el tiempo en el cual el animal permanecería a oscuras podría ser de 3 minutos, pudiéndose alargar hasta un cuarto de hora.
Puede resultar contraproducente el empleo de sonidos de altas frecuencias porque pueden aumentar la ansiedad en el ave y agravar la patología.
8. Tratamiento farmacológico prescrito por su veterinario.
9. Resulta especialmente conveniente la corrección de la dieta, aconsejando que incluyan varios alimentos, con aporte abundante de frutas y verduras. En aves con dietas pobres deben recibir una suplementación con complejo vitamínico A, D3 y E. Algunos autores proponen añadir un 2% de sal durante unos días.
10. La utilización de collares isabelinos, incluso siendo preciso en algunos pacientes, se efectuará con precaución, puesto que pueden evitar el acicalado normal y la conducta alimentaria. Por este motivo, deberemos controlar el comportamiento del ave durante un período de 24 horas. Es especialmente beneficioso si se usa al principio de la instauración de las medidas terapéuticas para prevenir el vicio de picaje de las plumas.
11. El corte del pico superior dificulta la habilidad innata del ave para extraer y mutilar las plumas. De ordinario, estos efectos beneficiosos son temporales.
12. Recientemente, se han empleado técnicas de acupuntura en cacatúas con buenos resultados.

Cómo evitar el trastorno
Puesto que las medidas terapéuticas no siempre van a conducir a resultados positivos, tiene muchísima importancia tener en cuenta una serie de medidas profilácticas encaminadas a evitar que se instauren comportamientos anormales en las aves.
Se deben efectuar unas prácticas correctas acerca de la nutrición, manejo y necesidades sociales de las aves que ayuda a reducir esas costumbres. Su veterinario le aconsejará adecuadamente.
Las dietas deben contener una buena fuente de carotenoides, administrando zanahorias, mangos, nectarinas y vegetales de color verde oscuro.
No debemos mantener las aves en la zona de cocinado, porque el humo cubriría el plumaje, además de engrasarlo. En estas aves es conveniente rociarlas con agua tibia, para estimular y favorecer el acicalado, conservando la calidad y estado sanitario de las plumas.